El tesorero

Uno de los cargos más complejos de cualquier grupo es, como toda actividad que implique el manejo de dinero, el de tesorero. Dentro del clan existe también esa figura que, al igual que ocurre con las demás que ya había en unidades inferiores (secretario, intendente…) aquí se intenta llevar a un nivel de responsabilidad mayor.

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Antes de nada, vayamos a lo básico. El tesorero de clan es el encargado de llevar el control de los ingresos y los gastos, así como de todos los fondos manejados por el clan. Según algunos manuales también debería encargarse de cobrar las cuotas establecidas y de hacer los recordatorios por demoras en los pagos, así como presentar al consejo de clan los presupuestos de las actividades.

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Estos últimos aspectos resultan algo problemáticos, por lo que suponen de carga de trabajo extra para el tesorero. Supongamos que el cocinero del clan está preparando el menú para una acampada. ¿No será más lógico que sea él el encargado de elaborar el presupuesto y presentarlo ante el consejo? Lo mismo puede decirse del sanitario o del intendente, y en definitiva de cualquier otro cargo.

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En definitiva, la función del tesorero es la de registrar las entradas y salidas de dinero, y punto. Por supuesto, está en una posición adecuada para aconsejar acerca de la marcha de las finanzas de la sección, pero si su labor es lo suficientemente clara, accesible y transparente, y presenta los informes trimestrales del estado de cuentas, cualquier miembro del clan podría opinar con la misma autoridad que él acerca de cualquier tema económico relativo a la sección.

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Para que esto se vea aún más claro, determinados grupos incluyen dentro del informe conocido como “interclan” también la información relativa a tesorería, pudiendo comprobar la sección el estado de las cuentas en períodos no superiores a quince días.

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Por otro lado, no nos parece adecuado que el tesorero ejerza de “cobrador del frac”. Los claneros son ya mayores como para responsabilizarse de si pagan o no sus cuotas, y no deberían necesitar a nadie detrás de ellos recordándoselo constantemente.

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Por último, una idea que existe en algunos clanes es que el tesorero es, además del que registra el dinero, el que lo administra (es decir, que decide lo que entra y, especialmente, lo que sale y para qué sale). Eso es un error mayúsculo que otorga un estatus desproporcionado a una figura que, insistimos, debería limitarse a su función de registrador.

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La gestión del dinero no corresponde al tesorero ni más ni menos de lo que corresponde al resto del clan, ya sea el coordinador, el secretario o un rover en formación cualquiera. Por eso, las decisiones relativas a lo económico deben tomarse en el consejo o en la asamblea de clan, como ocurre con toda decisión relevante que afecta a la unidad.