La máquina comienza a funcionar. El clan Pipa de la Paz ha empezado a dar sus primeros pasos de cara a su ambicioso proyecto. La ilusión se palpa en el aire y las primeras movilizaciones ya se han producido. Tras estar el viento a punto de cambiar el rumbo, finalmente queda fijado un destino a perseguir. Con el trabajo repartido se espera que todo funcione mejor. A pesar de la inseguridad por lo desconocido, el esfuerzo, las ganas y la curiosidad de conocer los páramos del norte hacen que todos y cada uno de los claneros pongan en marcha este sueño.
Ya ha tenido lugar el primer encuentro grupal. En él, los espíritus totémicos han sido liberados de la polución que acecha en los núcleos urbanos, realizando diversas actividades de movimiento en la Madre Naturaleza. También se ha puesto sobre la mesa el avance realizado por cada grupo. Aunque los avances no han sido por el momento muy grandes, se prevén sustanciosos logros de cara a un futuro próximo. Una tribu unida es una tribu fuerte.
“El fracaso consiste en no persistir, en desanimarse después de un error, en no levantarse después de caer.” (Thomas Edison)
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