miércoles, 23 de diciembre de 2009

La importancia de programar en condiciones (parte 2)

.

Antes de sentarse a escribir nada, es necesario plantearse qué queremos conseguir con una determinada actividad. Supongamos que estamos al cargo de una colonia de castores con pocas habilidades psicomotrices, expresivas y artístico-creativas. ¿Por qué no ambientar una acampada en el mundo del circo, por ejemplo, y a partir de ahí extraer decenas de posibilidades para hacer ejercicios gimnásticos o de malabares, talleres de pintura facial o concursos de chistes?

.

Es decir, de la necesidad se puede establecer un objetivo, y de ahí es de donde obtendremos el punto de partida para nuestra programación. A las carencias de la unidad en cuestión es hacia la que hay que orientar nuestros esfuerzos.

.

Por otro lado, una programación debe tratar de ser lo más variada y amplia posible. En lugar de permanecer encerrados tres días en un albergue haciendo juegos o talleres, salgamos si el tiempo lo permite a realizar un paseo, una marcha o cualquier otra actividad física. (Nota: El deporte tiene dos grandes ventajas: puede adecuarse a cualquier edad y, aunque represente, por ejemplo, el 25% de una programación, su ejercicio diario permite liberar tensiones y es siempre agradecido).

.

Una vez que nos hemos puesto de acuerdo en los 8 o 10 objetivos de nuestra programación, intentando abarcar todas las áreas que podamos, es hora de sentarse y trazar el borrador. Este bosquejo se hace de una forma muy esquemática, y se limita a establecer grandes casillas donde se indican los días, horarios de comidas y formaciones, y que luego se completa sólo a grandes rasgos (Por ejemplo: Lunes 16 de julio / Mañana (desayuno, formación, recogida de tiendas, dinámica de trabajo en equipo) / Tarde (comida, tiempo libre, excursión al pueblo más cercano para actividad de servicio, merienda, preparación de velada) / Noche (Cena, velada, silencio en el campamento)).

.

Ya que nos hemos puesto todos de acuerdo en el esquema general, es hora de repartir el trabajo. ¿Quién se encarga de hacer qué? Lo ideal aquí es que haya la mayor colaboración posible entre todos, de forma que una persona pueda trabajar en varias actividades a la vez. (Se trata de que la programación sea de todos, no un ensamblaje de diferentes vagones sin más).

.

A partir de aquí comienza la última parte del proceso, que consiste en la redacción de la programación final. Los criterios para cualquier actividad son los siguientes:

- Nombre de la actividad: Qué es.

- Desarrollo: En qué consiste / qué reglas tiene / Cuál es su ambientación.

- Duración: Cuánto tiempo estimado / aproximado se cree necesario para su realización.

- Material: Qué se necesita para llevar a cabo la actividad.

Es fundamental que os toméis el tiempo necesario para detallar la actividad lo máximo posible. No dejéis espacio para rellenar después, ni penséis que como ya lo tenéis en la cabeza no hace falta ponerlo por escrito, porque luego las ideas se olvidan.

Por otro lado, si la actividad en cuestión fuera una ruta, haría falta añadir a esto la longitud de la etapa, los pueblos o zonas por las que se va a pasar, dónde se hará el desayuno, comida, cena y noche, así como un mapa con el trazado exacto.

.

Aquí la labor de coordinación es fundamental, ya que el supervisor de la programación debe intentar motivar a todos los implicados en las actividades propuestas, asegurarse de que todas ellas llegan a buen puerto en el plazo fijado y, por último, trabajar con todos para darle la mayor coherencia al resultado final.

.

Es bueno fijarse una fecha límite para entregar la programación al coordinador de sección, y otra para hacerla llegar al coordinador de grupo. Esto permite realizar las correcciones a su debido tiempo, de modo que cuando se llega a la acampada nuestra programación ha pasado por todos los filtros posibles, y está depurada y lista para realizarse. No obstante, siempre se podrán realizar cambios mínimos sobre la marcha (por ejemplo, si el clima impide hacer una actividad al aire libre, se sustituye por otra de interior). Para casos así, no estaría de mal llevar algunas actividades de reserva.

.

Para terminar, podemos resumir la entrada de la siguiente forma, indicando los pasos básicos:

1.- Reflexionar sobre las necesidades de la unidad.

2.- Lluvia de ideas (que finaliza en el borrador/esquema de la programación)

3.- Programación parcial bajo supervisión del coordinador.

4.- Unificación de las partes: programación final.

5.- Entrega a los coordinadores de sección y grupo para su revisión y visto bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario