miércoles, 23 de diciembre de 2009

La importancia de programar en condiciones (parte 1)



La tarea de programar suele provocar un grado de pereza bastante notable entre aquellos responsables de realizarla. Además del esfuerzo que supone sentarse frente a un papel y ponerse a planificar, otros motivos que explican la desgana son el hecho de que normalmente no se suele recibir la formación adecuada sobre cómo programar, qué criterios hay que seguir o qué modelo hay que usar a la hora de poner por escrito las ideas.


Eso explica que una buena reunión para hacer una lluvia de ideas termine en una programación desastrosa, o que la redacción de dicha programación la haga incomprensible (aquí el fenómeno del corta-pega tiene mucha culpa), y que al final termine siendo poco menos que un papel que circula por ahí sin que nadie le preste demasiada atención, pues a fin de cuentas, y como opina mucha gente, “yo me basto y me sobro para hacer cualquier cosa sin necesidad de prepararlo” / “yo improvisando trabajo mejor que programando” y demás fanfarronadas que solo demuestran la necedad o la vagancia del personal.


Nunca parece suficiente el hincapié que se hace en la necesidad de una buena programación en cualquier proyecto educativo, sea de la naturaleza que sea, y los scout no son una excepción. Ya desde las unidades inferiores, como tropa o esculta, se debería dar la posibilidad a los chavales de ir programando actividades, talleres o veladas que luego se integrarían en una programación mayor, y como suele ocurrir con tantos otros aspectos, esto en clan se lleva a su máxima expresión, es decir, que el clan programa su ronda al completo.


Las ventajas de programar a conciencia son varias, pero podríamos resumirlas en tres fundamentales:


- Da coherencia, sentido y solidez al proyecto anual en el que nos encontramos: Una programación se basa en objetivos parciales, que a su vez se integran en objetivos generales de trimestre o de ronda. Programar una acampada o una reunión implica necesariamente ser coherente con dichos objetivos, y establecer un hilo conductor que da solidez a la ronda. Si el clan se ha planteado como uno de sus objetivos generales el servicio a la comunidad, destinar una acampada a rehabilitar un albergue en la montaña irá en consonancia con el plan global.


- Permite anticiparse a los problemas y estructurar de una forma realista y práctica el horario de actividades: La programación nos obliga a pensar en qué vamos a hacer, por qué queremos hacerlo y cómo lo vamos a hacer. Cuántas veces no habrá ocurrido llegar a una acampada y darnos cuenta de que nos falta material, o de que el tiempo se nos echa encima, o de que traíamos una idea difusa que al final no resulta adecuada una vez en situación. Todo esto puede corregirse a tiempo con una planificación consciente y detallada, que nos permita llegar a un lugar y desarrollar nuestras actividades sin más complicaciones que echar un vistazo al plan y seguir la hoja de ruta.


- Su utilidad se prolonga más allá de la actividad o acampada para la que fue concebida: La vida de una buena programación no termina en su realización estricta en la ocasión para la que fue elaborada. Siempre podremos volver a ella para comprobar qué hemos hecho y qué nos falta por hacer, o como referencia para futuras programaciones, o como archivo de juegos, talleres o veladas, o incluso para compartir con otros clanes o grupos e intercambiar ideas ya concretadas sobre el papel.


Programar en condiciones añade otras ventajas secundarias, como por ejemplo que permite al que no ha participado en ella directamente ajustarse al plan del programador. Es muy frecuente que a última hora una persona no pueda acudir por enfermedad o circunstancia personal. ¿Significa eso que la actividad que preparó no se puede hacer? No, siempre y cuando exista una programación que sirva, a modo de manual de instrucciones, el resto podrá desarrollar dicha actividad sin el menor problema.


Por lo tanto, quedémonos con una idea principal: la improvisación es la excusa perfecta para no hacer nada a derechas. Programar implica esfuerzo y trabajo, pero todo el que realicemos antes nos lo ahorramos después, y reducimos el margen de fracaso en un porcentaje muy elevado.


Establecidos estos principios básicos, en la siguiente entrega veremos algunos consejos generales sobre cómo programar.

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